La Travesía Sagrada Maya es un ritual que data del periodo entre los años 1250 a 1519 d.C. donde se rendía culto a Ixchel, una de las principales deidades mayas y que se asocia a la fertilidad y la luna.
La peregrinación que se recrea en la Travesía Sagrada Maya tenía lugar una vez al año. Todo iniciaba con los días de mercado o Kii’wik, cuando se comerciaban productos que también formarían parte de la ofrenda ritual a la diosa Ixchel.
También marcaban estos días de mercado cuando los navegantes completaban su preparación y embarcarse en una travesía hasta Cozumel para rendir tributo a la diosa y escuchar al oráculo de Ixchel.
La deidad maya Ixchel se asocia a la fertilidad, salud, vegetación y el agua. También se le conoce como Ixchebelyax, Ix Hunic e Ix Huinieta. Asimismo, se le representa de maneras distintas al asociarse a la luna y sus ciclos.
Los antiguos mayas confirieron una relevancia particular al mar Caribe, al ser fuente de productos alimenticios y medio para transportarse, además de señalar la entrada a Xibalbá o el inframundo maya (así como los cenotes). La Travesía Sagrada Maya es una representación de la transición al más allá, dentro de su cosmogonía.
Xcaret fue conocido como Polé entre los antiguos pobladores de la región. Proviene de la raíz maya p’ol que se puede traducir como mercadería o trato de mercaderes. Este lugar fue también puerto de abrigo y sitio de partida de los peregrinajes al oráculo de Ixchel.
Polé (hoy Xcaret) se menciona en el Chilam Balam de Chumayel como el lugar donde partían los itzáes o tantunes, quienes fueron sacerdotes y comerciantes que navegaban para intercambiar sus productos. Por esta razón, el etnohistoriador y arqueólogo Eric Thompson acuñó el término “Fenicios del Nuevo Mundo” para denominar a los mayas por las extensas rutas comerciales que desarrollaron.
Los mayas denominaron a esta isla como Kuzamil y se realizaban peregrinaciones para rendir tributo a la diosa Ixchel, que se asocia a la fertilidad, la luna y el tejido, entre otros.
En la ahora Cozumel vivían itzáes, tantunes o mactunes (los de la puerta de la profecía). La representación de Ixchel estaba hecha de barro y con una puerta secreta por donde entraba el chilam o sacerdote para comunicar los designios del oráculo de la diosa. Se cree que el lugar donde llegaban las peregrinaciones se ubicaba en la actual zona arqueológica de San Gervasio en la isla de Cozumel.
Xamanhá también fungió como puerto y punto de partida para peregrinaciones mayas en la época prehispánica. Al declinar la civilización maya, Playa del Carmen (antes Xamanhá), surgió como poblado en los primeros años del siglo XX y fue habitado por pescadores y agricultores.